“No hay evidencia de que el celular atrofié la memoria”: UNAM
- Redacción
- 2 oct
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En la actualidad, gran parte de nuestra vida se encuentra almacenada en un teléfono móvil: contactos, recordatorios, contraseñas, direcciones y hasta fechas importantes. Ante esta dependencia tecnológica surge una duda común: ¿los celulares están atrofiando nuestra memoria?
Para responderla, hablamos con dos especialistas: Federico Bermúdez-Rattoni, investigador emérito de la UNAM y experto en memoria y aprendizaje, y Guillermo Peñaloza, médico psiquiatra de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA). Ambos coinciden en que la memoria no se está perdiendo, sino adaptándose a una nueva realidad.
Una memoria que evoluciona
Bermúdez-Rattoni explica que lo que ocurre hoy con los celulares tiene un antecedente histórico: la llegada de la escritura en la antigua Grecia. En ese entonces, se temía que el uso de pergaminos debilitara la memoria porque ya no sería necesario memorizar tanto.
“No hay un estudio concluyente que demuestre que estamos perdiendo memoria por el uso de los celulares e internet”, afirma. Lo que sí sucede, añade, es que ciertas funciones —como recordar números telefónicos o direcciones— han dejado de ser esenciales. En lugar de atrofiarse, nuestra memoria se redistribuye hacia otras tareas cognitivas.
La atención, factor determinante
Por su parte, Peñaloza señala que el verdadero impacto de los dispositivos digitales está en la atención, condición indispensable para que exista memoria. “Para que exista memoria, primero debe haber atención”, advierte.
Según el especialista, no es la capacidad de recordar lo que se ve afectado por depender de los teléfonos, sino la dificultad para concentrarse debido al uso excesivo de pantallas y notificaciones constantes.
En conclusión, más que hablar de una pérdida de memoria, los expertos sugieren que la tecnología ha transformado la manera en que usamos y ejercitamos esta capacidad, con la atención como el gran reto en la era digital.






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