Ronroneos, paseos y bienestar: así influyen las mascotas en nuestra salud

La presencia de los animales de compañía se ha consolidado como una de las formas más efectivas de reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional, de acuerdo con especialistas en salud mental y conducta animal. Quienes conviven con mascotas lo saben: basta un momento de tristeza o miedo para que sus compañeros peludos se acerquen de inmediato a brindar apoyo.

El impacto emocional de vivir con mascotas

Un estudio realizado por la aplicación Calm en septiembre reveló que el 56% de las personas prefiere estar con su mascota en una situación estresante, por encima de su pareja (33%), su familia (25%) o sus amigos (19%).

Tammie King, Directora de Investigación del Waltham Petcare Science Institute, explica que “su compañía aumenta los niveles de oxitocina, conocida comúnmente como la ‘hormona del apego’ o ‘hormona del amor’, y reduce los niveles de cortisol. Por lo tanto, mimarlos y jugar con ellos puede tener un efecto real en tu bienestar”.

Además de elevar el ánimo, la convivencia con animales reduce el estrés psicosocial, la soledad y el aislamiento, factores relacionados con un mayor riesgo de depresión y enfermedades cardiovasculares.

Estudios sobre dueños de perros publicados en Scientific Reports muestran que su presencia activa el sistema nervioso parasimpático —que calma el organismo— y reduce la actividad del sistema simpático, asociado al incremento del ritmo cardiaco. También mejora la recuperación de la presión arterial tras episodios de tensión.

El impacto es notable en los hábitos de vida: el 72% de los tutores de perros aseguran ser más activos físicamente, y el 59% señala que pasa menos tiempo frente a pantallas.

En el caso de los gatos, investigaciones destacan el poder relajante de sus vibraciones: el ronroneo favorece la producción de serotonina y endorfinas, facilita el sueño, reduce pensamientos negativos y contribuye a mantener valores saludables de presión arterial.

Terapia asistida con animales: una herramienta en expansión

La mediación animal ha tomado fuerza como complemento terapéutico para mejorar funciones cognitivas, físicas, emocionales y psicosociales. Cada vez es más frecuente ver perros, gatos, conejos o caballos en hospitales, centros de rehabilitación y residencias de adultos mayores.

Entre sus beneficios se encuentran la disminución de la ansiedad y la agitación, el fortalecimiento de la comunicación, la mejora de habilidades motoras y un aumento de la confianza y estabilidad emocional. Ha mostrado resultados especialmente positivos en personas con depresión o trastorno de estrés postraumático.

De acuerdo con Océanica, institución mexicana especializada en recuperación de adicciones, la terapia asistida con animales se basa en:

• Cepillar, pasear o bañar animales, fomentando rutinas, responsabilidad y entornos predecibles.

• Ejercicios de atención plena, aprovechando la presencia tranquila y constante de los animales.

• Terapia hablada, que facilita la expresión emocional en espacios seguros.

Para la Dra. Tammy King, el vínculo es claro: “Probablemente se deba al hecho de que no juzgan, interrumpen ni aconsejan. En los días en que uno se siente abrumado o simplemente necesita compañía tranquila, ofrecen una presencia tranquilizadora que reconforta sin juzgar y consuela sin hablar”.