El hábito matutino que mejora digestión, circulación y metabolismo
- Redacción
- 8 oct
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Cada vez son más las personas que incorporan un sencillo hábito al levantarse: beber agua caliente o tibia en ayunas, sin añadir ningún otro ingrediente. Este gesto, más allá de ser reconfortante, aporta beneficios inmediatos y duraderos para la salud.
Los expertos recuerdan que hidratarse es fundamental, y el consumo diario de al menos 2 litros de agua ayuda a mantener el cuerpo equilibrado, mejorar la digestión y favorecer el correcto funcionamiento de los órganos. Sin embargo, beber agua caliente por la mañana potencia aún más estos efectos.
Principales beneficios de beber agua caliente en ayunas:
Mejora la digestión y el tránsito intestinal: favorece la actividad digestiva y ayuda a regularizar los intestinos, eliminando toxinas acumuladas durante la noche.
Acción desintoxicante: estimula la función del hígado y los riñones, y eleva la temperatura corporal para favorecer la eliminación de residuos a través del sudor.
Reduce la hinchazón abdominal: al facilitar la digestión y expulsar gases, contribuye a aplanar el vientre y desinflamar el tubo digestivo.
Mejora la circulación y regula la temperatura corporal: favorece la llegada de oxígeno y nutrientes a las células, y ayuda a mantener la termorregulación del cuerpo.
Activa el metabolismo: incrementa la termogénesis, promueve la sensación de saciedad y ayuda a contrarrestar la retención de líquidos, contribuyendo al control de peso.
Precauciones:
La temperatura del agua debe ser tibia, idealmente alrededor de 36 °C, para evitar quemaduras en boca o esófago.
Si se presentan molestias digestivas, como náuseas o hinchazón, se recomienda ajustar la temperatura y beber agua más templada.
En conclusión, este hábito sencillo, seguro y natural se posiciona como una estrategia fácil para empezar el día con bienestar, cuidando la digestión, el metabolismo y la hidratación desde el primer momento.






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