“El agua fue rehen: el paro de pipas que colapsó el Valle de México”
- Redacción
- 29 oct
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Ayer, el Valle de México se detuvo. La mañana fue un caos: bloqueos en la carretera México-Pachuca, México-Toluca y México-Puebla, todos protagonizados por pipas de agua que cerraron vías estratégicas. Los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México movilizaron policías, patrullas y unidades de tránsito para desviar el tráfico, rescatar a los afectados e intentar contener el colapso que tardó ocho horas en normalizarse.
¿Por qué?
La semana pasada ambas administraciones intervinieron 189 inmuebles, aseguraron 51 pozos, 138 tomas clandestinas y 322 pipas. Fue un golpe directo al negocio del robo de agua. Fuentes confidenciales indican que detrás de los bloqueos están dos agrupaciones señaladas: la Unión de Sindicatos y Organizaciones Nacionales (USON) y el Sindicato 25 de Marzo, ambas acusadas de vender agua robada a sobreprecio.
Este modus operandi no es nuevo: en época de sequía, cuando las tomas legítimas se restringen, aparece un mercado paralelo que pone en riesgo el suministro, la salud y el orden público. En estas pipas clandestinas, relatan fuentes que el agua no se potabilizaba correctamente —solo se le añadía cloro—, lo que representa un peligro para la salud.
Hay que aplaudir la intervención de las autoridades de la 4T por dar el primer paso; ahora la exigencia es que no cedan. No se trata solo de recuperar control sobre el agua —un recurso vital— sino de proteger a millones de ciudadanos que no pueden permitirse llegar tarde a una cita por un bloqueo de estas magnitudes.
Este episodio expone el tamaño del reto: en un sistema donde el agua es objeto de negocios ilegales, donde el robo se transforma en paralización masiva, el control y la regulación no son opcionales. Son imperativas.
La próxima vez que alguien diga que “es solo una pipa más”, recuerde: esa pipa bloqueando una vía es la factura de muchos que no tuvieron agua, que llegaron tarde, que vieron su vida alterada en un acto de extorsión disfrazado de paro.
Y ese es un mal que este país no puede seguir tolerando.
EpicentroMx






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