“De los silencios al reconocimiento: el lugar de Cuitláhuac en la historia que escribe Claudia”
- Redacción
- 31 oct
- 2 Min. de lectura
Claudia Sheinbaum presentó su libro “Diario de una transición histórica”, un recorrido por los episodios más relevantes de su vida política: desde sus días como activista social, su paso por la jefatura de Gobierno y hasta su llegada a la Presidencia de la República.
Es un texto que mezcla memoria, convicción y afecto. Pero también, deja mucho para leer entre líneas.
Más allá de los relatos de campaña o las anécdotas con el presidente López Obrador —figura central de buena parte del libro—, hay un lenguaje silencioso que se revela en los nombres que aparecen y, sobre todo, en los que no.
A algunos los menciona por su nombre completo, como Luisa María Alcalde.
A otros, apenas por el apellido, como Monreal.
Y hay quienes simplemente no existen en el relato.
En política, los silencios también gritan.
Y los nombres que sí se escriben, y cómo se escriben, hablan de cercanías, confianzas y prioridades.

Entre ese selecto grupo de personajes que la presidenta describe con palabras que van más allá de la cortesía, destaca el exgobernador de Veracruz y actual director del Centro Nacional de Control del Gas Natural (CENAGAS), Cuitláhuac García.
Sheinbaum escribe:
“…a pesar de haber enfrentado una de las peores campañas de guerra sucia, Cuitláhuac García gobernó con honestidad: redujo la inseguridad cerca de un 50 % y destinó gran parte del presupuesto a construir caminos, escuelas y hospitales, entre otras acciones destinadas al bienestar del pueblo veracruzano. Es un hombre muy consecuente…”.
No es un elogio casual.
En un libro que retrata decenas de nombres, solo unos pocos reciben esa combinación de reconocimiento político y personal.
Y Cuitláhuac García está entre ellos.
Fuentes cercanas al gabinete relatan que la presidenta suele llamarlo al final de las reuniones para conversar en privado.
Hay confianza.
Hay sintonía.
Y, sobre todo, hay resultados: desde su llegada al CENAGAS, las acciones del exgobernador empiezan a notarse por su eficacia técnica y su sello de gestión austera y transparente.
Cuitláhuac García se consolida como un cuadro sólido dentro del nuevo gobierno, con trabajo a ras de tierra, discreción y consistencia.
No hace ruido: entrega resultados.
Y si algo deja claro este libro, es que cuando el poder escribe, conviene leer entre líneas.
EpicentroMx






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