Tras tres años de ausencia, Aeroméxico regresa a la Bolsa Mexicana y a Wall Street

Después de tres años fuera de los mercados bursátiles, Aeroméxico anunció su esperado regreso tanto a Wall Street como a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). La aerolínea mexicana colocará una oferta mixta global con la que busca obtener más de 178.8 millones de dólares, recursos que destinará a la expansión y mantenimiento de su flota, así como a mejorar la experiencia de sus clientes.

La compañía informó que en México se colocarán 27.4 millones de acciones a un precio de 35.34 pesos por título, mientras que en el mercado de Nueva York se ofrecerán 11.2 millones de certificados de depósito americanos (ADS) a 19 dólares cada uno. Además, realizará una colocación privada adicional por 25 millones de dólares, a un precio de 1,805 dólares por acción.

“Aeroméxico espera que los recursos del componente de la oferta global y de la colocación privada simultánea sean aproximadamente de 178,8 millones”, señaló la empresa en un comunicado.

El regreso de la aerolínea a los mercados financieros se concretará bajo la clave de cotización “AERO”. Delta Airlines, uno de sus principales accionistas, no participará en la oferta y firmó un acuerdo de no enajenación por los próximos cuatro años. Asimismo, los intermediarios colocadores de la oferta internacional tendrán una opción de sobreasignación para adquirir hasta 2.1 millones de títulos adicionales dentro de los 30 días posteriores al lanzamiento, mientras que en la emisión mexicana no se contempla dicha opción.

Aeroméxico salió de los mercados financieros en 2022, tras un proceso de reestructuración bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, al que se acogió en 2020 como consecuencia del impacto de la pandemia de COVID-19. Desde entonces, la empresa ha logrado recuperarse, transportando 18.4 millones de pasajeros entre enero y septiembre de este año.

El retorno ocurre, sin embargo, en medio de la incertidumbre por el futuro de su alianza con Delta Airlines. En septiembre, el Departamento de Transporte de Estados Unidos ordenó el fin del acuerdo de cooperación conjunta por considerarlo contrario a la competencia, aunque ambas aerolíneas decidieron impugnar la resolución en los tribunales.