Sheinbaum se reúne con Slim y bancos para acelerar la inversión en el país

La presidenta Claudia Sheinbaum prepara un plan emergente de inversiones en coordinación con el sector empresarial, con el objetivo de frenar la desaceleración económica y revertir la reciente caída del producto interno bruto (PIB), que descendió 0.3% ante la baja en la actividad industrial, el consumo y la inversión tanto pública como privada.

Como parte de esta estrategia, la mandataria busca consolidar un “gran acuerdo nacional” que impulse proyectos de infraestructura, vivienda y conectividad mediante esquemas mixtos. En este contexto, Sheinbaum sostuvo este lunes una reunión de más de dos horas en Palacio Nacional con el empresario Carlos Slim, propietario de América Móvil y considerado el hombre más rico del país. Al encuentro también asistió el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes. Tras la reunión, la presidenta informó brevemente en redes sociales que se revisaron los “buenos pronósticos” económicos para 2025 y 2026.

Slim ha visitado Palacio Nacional al menos tres veces desde el inicio del actual gobierno. En conversaciones anteriores, se han abordado temas como la relación comercial con Estados Unidos, el TMEC y nuevas oportunidades de inversión.

La mandataria también se reunió con el director ejecutivo de HSBC, Michael Roberts, y con el director general de HSBC México, Jorge Arce. Posteriormente, Roberts destacó en sus redes sociales el potencial del país: “Conversamos sobre las importantes oportunidades que México tiene por delante: una economía vibrante, con excelente conectividad e integración global y en cómo HSBC puede seguir impulsando el crecimiento de México”.

Con poco más de un año de administración, la situación económica se ha convertido en uno de los principales desafíos para Sheinbaum. Sin un plan de reforma fiscal en puerta, el presupuesto federal de 10.1 billones de pesos para 2025 se ha visto limitado, por lo que el Gobierno ha buscado una alternativa mediante alianzas con la iniciativa privada. En ciudades clave como Monterrey, integrantes del gabinete han sostenido reuniones con los sectores de la construcción y la vivienda para sumar esfuerzos al plan emergente.

Dentro de esta estrategia, el Gobierno Federal impulsa la creación de la Ley de Inversiones en Infraestructura para el Bienestar, que Morena pretende aprobar antes del 15 de diciembre. La propuesta busca establecer un nuevo marco para la colaboración entre el Estado y el sector privado, derogando la ley vigente de asociaciones público-privadas (APPs) aprobada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Legisladores y funcionarios de Hacienda afinan detalles con empresarios y banqueros, con quienes sostendrán un encuentro a puerta cerrada esta semana.

El objetivo central es activar recursos provenientes de fondos de inversión, ahorros, créditos y otros mecanismos privados para respaldar el plan de infraestructura de Sheinbaum, que contempla elevar la inversión en este rubro hasta 29% del PIB para 2030. Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de Morena y autor de la iniciativa, explicó que se busca “movilizar una cantidad millonaria de fondos de recursos, de disposiciones económicas que están en instituciones bancarias como créditos, afores, fondos de inversión”.

Añadió que esta movilización pretende detonar “un programa contracíclico que nos permita cumplir con uno de los objetivos más importantes, que es crecer la economía, inyectarle muchísimo a la industria de la construcción, a la vivienda y a la construcción de infraestructura de comunicaciones y de conectividad”.

A pesar de la solidez de las exportaciones y del avance del Plan México, el panorama económico se mantiene incierto. Aunque la inversión extranjera directa registró un récord de casi 41,000 millones de dólares en los primeros nueve meses del año, el gasto productivo interno muestra una tendencia a la baja. La inversión fija bruta cayó 9% en agosto respecto al mismo mes de 2024 —la mayor contracción desde 2021—, con una disminución de 7% en construcción y más de 10% en maquinaria y equipo. Con esta caída, el indicador acumula un año completo en terreno negativo.