La historia detrás de la foto de “La Mano de Dios”: el error que inmortalizó a Maradona
- Redacción
- 25 nov
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A cinco años de la muerte de Diego Armando Maradona, una de las imágenes más emblemáticas de su carrera vuelve a cobrar fuerza: la fotografía que inmortalizó “La Mano de Dios”, capturada el 22 de junio de 1986 durante el histórico duelo entre Argentina e Inglaterra en los Cuartos de Final del Mundial de México.
Aquel encuentro, disputado en el Estadio Azteca y cargado de simbolismo tras la Guerra de las Malvinas, sirvió como escenario para que Maradona —entonces en su mejor momento futbolístico— firmara dos de los goles más recordados en la historia del deporte. El primero, polémico y decisivo, pasó inadvertido para árbitros, rivales e incluso para las cámaras de televisión, aunque no para la lente que tiempo después revelaría la verdad.
“La Mano de Dios” nació de un error
La icónica imagen fue obra del fotógrafo Eduardo Longoni, quien relató para N+ que aquel día llegó tarde al estadio debido al tráfico de la Ciudad de México. Eso lo obligó a ubicarse en un ángulo desfavorable: demasiado cerca del poste izquierdo defendido por Peter Shilton. Sin embargo, ese infortunio sería clave.
“A mí me tocó el peor lugar, que era tan cerca del poste izquierdo de Peter Shilton, que casi estaba atajando con él. Estando tan desesperado, yo tenía la cámara pegada al ojo ante cualquier circunstancia y esta era una circunstancia que no valía la pena”, recuerda Longoni.
Fue entonces cuando ocurrió lo inesperado.Lo que él describe como “un fantasma” se elevó para tocar el balón con la mano. Longoni, sin distinguir al autor de la jugada, simplemente disparó la cámara.
“Lo que pasó fue que se levantó un fantasma, porque ni siquiera vi en ese momento quién era y atiné a apretar el disparador y bueno, ahí nació ‘La Mano de Dios’”.
Aunque vio a Maradona celebrar rodeado de sus compañeros y escuchó los reclamos de los ingleses, Longoni no presenció el contacto con la mano. La tecnología analógica de la época impedía a los fotógrafos ver el instante capturado hasta revelar el rollo.
Dos colegas presentes en la jugada —sin cámara de por medio— confirmaron lo que había ocurrido, lo que llevó a Longoni a revelar por sí mismo la imagen.
“En ese momento había unos chicos que recogían la película y la revelaban, y yo dije ‘este rollo en todo caso, prefiero, si voy a cometer un error, lo prefiero cometer yo’. Fue el único rollo que me quedé para revelarlo yo”, explicó.
El fotógrafo reveló la imagen en un cuarto oscuro improvisado en el Estadio Azteca, utilizando agua de una cafetera. En un inicio, no consideró que fuera diferente de lo que otros colegas pudieran haber capturado. Con los años, sin embargo, comprendió que su fotografía había logrado lo que a la televisión le fue imposible.
“El Mundial de 1986 de México, es la última vez que una cámara fotográfica le pudo ganar a una cámara televisiva”.
La imagen no solo confirmó la polémica jugada, sino que se convirtió en uno de los símbolos más poderosos de la relación entre genialidad y rebeldía que caracterizó a Maradona.






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