El corazón pulquero de México late en Ocampo: se acerca su tradicional festival
- Redacción
- 5 nov
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Hidalgo reafirma su papel como epicentro del pulque en México. Su vasta tradición magueyera se mantiene viva en distintas regiones del estado, donde productores, investigadores y comunidades trabajan por preservar esta bebida ancestral que forma parte de la identidad mexicana.
El Agave salmiana, conocido como maguey pulquero, predomina en los estados de Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México y Puebla, en la zona denominada altiplanicie pulquera. Su cultivo demanda años de paciencia antes de ofrecer el preciado néctar que durante siglos ha acompañado la vida rural mexicana.
Aunque el maguey tiene raíces prehispánicas, su auge en Hidalgo se dio en el siglo XIX, especialmente en las haciendas de los Llanos de Apan, donde floreció una economía próspera en torno al pulque, extendiéndose también al Valle del Mezquital.
De acuerdo con Mario Alberto Velázquez García, integrante de la Red Maguey y Nopal (Magnop) y del Colegio del Estado de Hidalgo, el estado produce actualmente más del 78 por ciento del pulque nacional, con 194 millones 579 mil litros al año provenientes de 6 mil 152 hectáreas de maguey. Esta producción genera una derrama económica superior a los 980 millones de pesos, según datos de la Red Magnop, integrada por investigadores de México y Dinamarca.
El municipio de Cardonal encabeza la producción con 34.51 por ciento del total estatal,
equivalente a 67 millones 144 mil litros de pulque.
Tradición tlachiquera: la resistencia en Ocampo
En comunidades como Ocampo, Atotonilco de Tula, los tlachiqueros —quienes extraen el aguamiel del maguey— mantienen viva una práctica que ha pasado de generación en generación.
Bernabé Rodríguez Tovar, tlachiquero de la región, hizo un llamado a rescatar los espacios dedicados al maguey:
“Si desde este momento no se rescatan los espacios, puede perderse el maguey y, con ello, toda la actividad tlachiquera”.
Rodríguez señaló que cada vez hay menos magueyes en la zona y exhortó a los habitantes con terrenos disponibles a reforestar con magueyes para fortalecer la economía local.El productor vende su pulque natural bajo un árbol a la entrada de Ocampo o directamente a sus clientes habituales. “A veces hay ventas, otros días no”, confiesa. Su clientela principal son personas mayores, aunque reconoce que los jóvenes comienzan a interesarse nuevamente en esta bebida tradicional.
Del campo al escenario: el pulque llega al Vive Latino
El auge del pulque y los curados no solo se vive en los campos hidalguenses, sino también en los escenarios musicales más grandes de México.
Judith Eveling Velázquez Gutiérrez e Irving Gutiérrez Soria, del colectivo Vagabundo Cultural, fueron los primeros en llevar pulque a festivales como Nrmal y Vive Latino. Judith, originaria de Atitalaquia, obtiene el pulque de productores locales en San Agustín Tlaxiaca para preparar curados de distintos sabores.
“En festivales manejábamos regularmente cinco sabores, pero ahora solo tres y el natural”, comentan, destacando el reto logístico que implica ofrecer una bebida tan fresca y viva como el pulque.
Además de su sabor, esta bebida se ha popularizado por sus beneficios para la salud, gracias a su contenido de probióticos, minerales y vitaminas.
Ocampo se prepara para su tradicional Festival del Pulque
Cada año, la comunidad de Ocampo, en Atotonilco de Tula, se transforma en el punto de encuentro de miles de visitantes que celebran al maguey y su néctar durante el Festival del Pulque, una de las fiestas más representativas del estado.
La localidad, fundada el 3 de junio de 1895, ha hecho del pulque su símbolo de identidad. En las últimas dos décadas, Ocampo ha consolidado este festival como un referente turístico y cultural, con minifestivales replicados en comunidades vecinas como Bominthzá (Tula de Allende) y Doxey (Tlaxcoapan).
El evento se realizará los próximos 22 y 23 de noviembre, coincidiendo con la feria patronal de la comunidad. Los organizadores estiman una asistencia de más de 40 mil personas, y cada productor llevará alrededor de 800 litros de pulque para satisfacer la alta demanda.
Este encuentro celebra no solo una bebida, sino una herencia que resiste y se renueva con las nuevas generaciones que vuelven a mirar al pulque como símbolo de identidad y orgullo mexicano.






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