Altar de muertos: tradición, amor y memoria en cada detalle
- Redacción
- 6 oct
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El Día de Muertos está cerca y las familias mexicanas ya se preparan para recibir a sus seres queridos que partieron. El corazón de esta tradición es el altar de muertos, un espacio lleno de simbolismo, donde cada objeto tiene un significado especial para honrar la memoria de quienes ya no están.
Aunque no hay una fecha oficial para montarlo, se recomienda tenerlo listo antes de la noche del 27 de octubre, e incluso muchas familias comienzan desde el 25 para que todo esté perfecto cuando, según la tradición, las almas regresan a los hogares.
Cada elemento del altar tiene un propósito:
Agua: calma la sed de las almas tras su largo recorrido.
Velas y veladoras: guían su camino con luz.
Calaveritas, sal y mantel blanco: simbolizan la muerte y la pureza, y facilitan el tránsito entre el mundo terrenal y espiritual.
Pan de muerto: refleja amor y fraternidad.
Copal e incienso: limpian el espacio de malas energías.
Flores de cempasúchil: marcan el camino con color y aroma.
Papel picado: representa el aire y aporta movimiento a la ofrenda.
Fotografías: mantienen viva la memoria de cada persona homenajeada.

Montar un altar de muertos no es solo tradición, es un acto de amor y recuerdo, un puente simbólico entre los vivos y quienes se adelantaron en el camino.






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